viernes, 11 de septiembre de 2009

Pensar...


Que son los pensamientos?
En qué pensamos cuando pensamos??
Soy lo que pienso???
Pienso que soy lo que no soy????


jueves, 3 de septiembre de 2009

Breve Historia del Hombre Alto




Hubo una vez un hombre tan pero tan alto,
que con sólo ponerse de pie,
abrir los ojos y mirar hacia adelante,
era capaz de leer las verdades escritas en las nubes.
La gente común admiraba su enorme altura.
Él en cambio, renegando abiertamente de su don,
profesó toda su vida una melancólica envidia hacia los hombres bajos.
Nunca se resignó a su triste suerte de poder
descifrar verdades desde allí donde los otros,
plácidos y felices, veían solamente una nube.


Alfredo Di Bernardo
De "La realidad y otras mentiras"



Sociedad Anónima



Mañana será igual
un cielo gris, el aire frío
la gente, las plazas y nosotros.
Mañana seguirá pasando el tiempo
en silencio
todo será igual.
Cuando escriba tu nombre y te nombre
y te sonría con esta ternura
me preguntaré de nuevo
si es verdad que existe el milagro
si es verdad que es posible renacer.
O si todo es exactamente lo mismo.

Ana María Paris
(inédito)

Seres Equilibrados

martes, 11 de agosto de 2009

LOS CONSEJEROS

…El miércoles preferí (con cierto embarazo) algo más fundamental, y elegí los botones. ¡Oh espectáculo! El aire de la galería lleno de cardúmenes de ojos opacos que se desplazaban horizontalmente, mientras a los lados de cada pequeño batallón horizontal se balanceaban pendularmente dos, tres o cuatro botones. En el ascensor la saturación era indescriptible: centenares de botones inmóviles, o moviéndose apenas, en un asombroso cubo cristalográfico. Recuerdo especialmente una ventana (era de tarde) contra el cielo azul. Ocho botones rojos dibujaban una delicada vertical, y aquí y allá se movían suavemente unos pequeños discos nacarados y secretos. Esa mujer debía ser tan hermosa…
(Cortázar, 2004:52)


¿Qué le ofrecía aquella cajita de botones a esta niña? Tanto tiempo después viene a descubrir que esos botones, esos colores, esas texturas, esos “discos nacarados” le ofrecían una presencia. ¿Podría hoy abstraer su mirada hacia los botones como propone Cortázar en su relato? ¿Podría definir a una persona sólo con un puñado de botones? ¿Podría con ellos transmitir sensaciones? Los círculos, los puntos exagerados, solitarios, agrupados y combinados, ya habían llegado a su universo y eran ellos un elemento conector entre esa niña, sus paisajes y los personajes que de cuando en cuando la acompañaban.
La niña cierra los ojos, vuelve a los sueños, a las sensaciones, a las siestas con olor a azahar, a la dulzura de las mermeladas, al universo del color hecho carretel y botones, a las puntadas y a los puntos…

viernes, 31 de julio de 2009

MORALIDAD


El artista no tiene moral, pero sí tiene una moralidad. En su obra se plantea las cuestiones: ¿qué son los otros para mí?, ¿cómo tengo que desearles?, ¿cómo debo prestarme a sus deseos?, ¿cómo hay que mantenerse entre ellos? Al enunciar, cada vez, una ‘sutil visión del mundo’ (así habla el Tao), el artista compone lo que su propia cultura alega (o rechaza) y lo que desde su propio cuerpo insiste: lo evitado, lo evocado, lo repetido, o mejor dicho: prohibido/deseado: éste es el paradigma que, como si fueran dos piernas, hace andar al artista, en la medida que produce.

(Barthes, 1992: 176)

viernes, 24 de julio de 2009

“Curiosidad de niña”


La niña observa, desde siempre siente que no entiende la relación del universo con el universo, abre sus ojos muy grandes pero no puede comprender lo que ve, un mecanismo demasiado complejo, sistema arrollador que quién sabe hacia donde se dirige, ella no comprende y muy pocos la comprenden. La simple realidad de la vida cotidiana es para ella lo que fue el casoar para Cortázar:

"La primera cosa que hace el casoar es mirarlo a uno con altanería desconfiada. Se limita a mirar sin moverse, a mirar de una manera tan dura y continua que es casi como si nos estuviera inventando, como si gracias a su terrible esfuerzo nos sacara de la nada que es el mundo de los casoares y nos pusiera delante de él, en el acto inexplicable de estarlo contemplando.
De esta doble contemplación, que acaso sólo es una y quizá en el fondo ninguna, nacemos el casoar y yo, nos situamos, aprendemos a desconocernos. No sé si el casoar me recorta y me inscribe en su simple mundo; por mi parte sólo puedo describirlo, aplicar a su presencia un capítulo de gustos y disgustos." (Cortázar, 2004: 79)

miércoles, 1 de julio de 2009

Serenata Para La Tierra De Uno


Porque me duele si me quedo
pero me muero si me voy,
por todo y a pesar de todo, mi amor,
yo quiero vivir en vos.
Por tu decencia de vidala
y por tu escándalo de sol,
por tu verano con jazmines, mi amor,
yo quiero vivir en vos.

Porque el idioma de infancia
es un secreto entre los dos,
porque le diste reparo
al desarraigo de mi corazón.

Por tus antiguas rebeldías
y por la edad de tu dolor,
por tu esperanza interminable, mi amor,
yo quiero vivir en vos.

Para sembrarte de guitarra,
para cuidarte en cada flor
y odiar a los que te castigan, mi amor,
yo quiero vivir en vos.

María Elena Walsh

lunes, 22 de junio de 2009

"El Principito Y El Zorro"

¿Qué significa domesticar?

- Mi vida es monótona. Yo cazo gallinas, los hombres me cazan. ...Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Me aburro un poco...pero si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente a todos los otros. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra... Pero los tuyos en cambio me llamarán como una música. Y además mira... ¿ves allá los campos de trigo? Yo no como pan. Para mí el trigo es inútil y los campos de trigo no me recuerdan nada. Es bien triste... Pero tú tienes cabellos de color oro como el trigo y cuando me hayas domesticado será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti y amaré el trigo y el viento en el trigo...

El zorro calló y miró largo tiempo al Principito.

- Por favor domestícame!

- Quisiera hacerlo -respondió el Principito-, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.

- Sólo se conocen las cosas que se domestican. -dijo el zorro- Los hombres ya no tienen tiempo para conocer nada, dedican su vida a vender y comprar cosas, y como comprando y vendiendo cosas no se encuentran amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, domestícame.



Fragmento de "El Principito", Antoine de Saint-Exupéry.